¿No es común que cada vez que alguien está de cumpleaños, los recuerdos de los tuyos aparecen?. Es que vienen de la mano.
Si la otra persona sopla velitas, te acuerdas de cuando tu lo hacías y comienzas a sacar la cuenta de cuando fue la última vez que lo hiciste.
Felipe cumplió años el domingo, y cuando sopló sus velitas, unas lagrimillas quisieron asomar ("Macho que se respete no llora, le entra una basurita en el ojo"), cuando recibió el primer abrazo, apareció el primer puchero, y ya cuando pensó que nada lo provocaria mas, la mamá lo abrazó. Sonó. El macho lloró.
Eso no lo hace menos hombre, al contrario, me hace quererlo un poco más aún.
Los hombres que son capaces de llorar porque algo los emociona, esos si que son los hombres de verdad. Si logran compartir con su mujer lo que su corazón tiene dentro, entonces se aseguran el amor de ella para siempre.
Feliz Cumpleaños amor.